Tratamiento de minerales
La adición de cloruro de sodio (sal) al mercurio para mejorar el rendimiento de una amalgama, se conoce en base empírica desde antes del descubrimiento del cloro elemental en 1774 y el Método Patio, que implicaba el procesamiento de un mineral de oro con mercurio y sal, representa el primer paso de obtención de oro, utilizando como reactivo de proceso a la sal.
Solo a partir de 1850, se da inicio al desarrollo de métodos más modernos que emplearon en principio cloruros y luego cloro gaseoso, que con el advenimiento de la obtención del oro por vía de la cianuración, fueron gradualmente postergados. Las importantes pérdidas de oro que ocasionaba operar a altas temperaturas y las importantes cantidades de azufre producidas cuando los minerales que contenían estos metales eran sulfuros, figuran como razones principales. (Sulfuro: mineral generado por el enlace entre el azufre y uno o más elementos metálicos. Ej. Bornita (S4Cu5Fe).
Los sulfuros representan uno de los 8 grupos que clasifican a los minerales y en compañía al grupo de los óxidos, contienen más del 80% de los minerales metalíferos que se producen a escala mundial. Como los sulfuros por ser insolubles deben ser sometidos a un proceso de flotación y los óxidos por ser solubles a un proceso de lixiviación, esto reafirma la importancia capital que adquieren la flotación y lixiviación como procesos de concentración.
Los sulfuros no solo contienen oro y plata, pueden contener hierro, aluminio, cromo, titanio, cobre, zinc, plomo, níquel, cobalto, mercurio, estaño etc. A estos se los denomina sulfuros polimetalicos. Pero cuando alguno, o algunos grupos de estos metales asociados impiden que el oro sea recuperado, a este tipo de sulfuros se los denomina mena o minerales refractarios.
Desde esta realidad, el método para la extracción de oro con halógenos (bromo, cloro) sin cianuro que ha sido anunciado recientemente, es aplicable muy particularmente a los minerales refractarios.
Considerando en forma muy simplificada las características del tratamiento, debo señalar que lo primero que se realiza, es una tostación entre 500 a 600ºC del mineral. Adentrados en la lixiviación, ésta consiste en oxidar el oro con bromo (Br2) y luego estabilizarlo en solución como un complejo clorurado con cloro (Cl2) en condiciones normales de temperatura y presión. Concluida la lixiviación y la separación sólido-liquido, se produce una solución que contiene oro, plata y los metales base níquel, cobalto, cobre, zinc, plomo, estaño etc., como también, un residuo inerte que contiene azufre estabilizado, plausible de ser utilizado para fabricar ácido sulfúrico o sulfato de calcio. Finalmente, de la solución se recupera en una primera etapa el oro y la plata, y posteriormente los metales base.
Este método, se encuentra en un claro proceso de desarrollo a escala industrial y la primera planta en construcción con capacidad para 300 tn.-día en Canadá, tiene prevista su puesta en producción en el presente año. Desde el punto ambiental reporta bajo impacto ambiental, no utiliza cianuro, no produce efluentes líquidos ni gaseosos, y los residuos sólidos como el azufre, son fáciles de manejar. Los costos de producción estimados, se encuentran en el nivel de valores de mercado.
En síntesis, es un método complementario al de lixiviación cianurada, orientado al beneficio de minerales definidos como minerales refractarios, donde además del oro se encuentran otros minerales de base, que obstaculizan su recuperación en forma porcentual y comercial.
Cuando contamos con el recurso minero, con universidades, institutos, técnicos, profesionales y con ese capital social y humano que reclama la existencia de un trabajo digno e inclusivo, apoyar esta iniciativa, estimo que significa apuntalar la política del Estado provincial. Manifiesto esto, porque este método se enmarca dentro de otras iniciativas que engloban una serie de desafíos como lo constituyen, la posibilidad de crear una Empresa Provincial de Minería y de construir una planta de refino y otra de electrobtención, que implican, desarrollo y crecimiento socioeconómico provincial.
El desarrollo minero que se viene desplegando a nivel nacional, necesita de una mirada mucho más reflexiva, profunda y desprovista de egoísmos e intereses sectoriales, políticos y coyunturales.
Se hace difícil creer, que conociendo el enorme recurso minero con el que cuentan más de 15 provincias, muchos de quienes intentan representarnos idealizando un futuro de Nación, no asuman que poner en valor toda la riqueza económica potencial con la que cuenta el País, representa una herramienta fundamental para erradicar el flagelo de la indignidad que genera la pobreza y la miseria.
Cuesta mucho admitir, que desde un discurso que defiende un modelo nacional y popular, no se entienda que un proyecto productivo nacional, es aquel que postula como objetivo irrenunciable el desarrollo de las Pymes, porque desde la condición de País subdesarrollado la existencia de las grandes empresas, solo se resuelve desde tres opciones: estatales, mixtas o extranjeras.
Solo afianzando la generación de las Pymes mineras, y alentando desde el esfuerzo empresario estatal, privado, nacional e internacional el desarrollo de grandes proyectos mineros, lograremos avanzar hacia la consolidación de un polo de desarrollo minero.
Fuente: Diario Once. Héctor Velázquez Alvarez Ingeniero de Minas