Santa Bárbara, patrona de los mineros
Según la historia, Bárbara, hija Dióscoro (año 235 DC), fue una joven conversa de los primeros siglos de la era cristiana. Fue encerrada por su padre pagano en su castillo para forzarla a la apostasía. Patrona de: Mineros y Bomberos.
Santa Bárbara, el festejo en su memoria es cada 4 diciembre
Según la historia, Bárbara, hija Dióscoro (año 235 DC), fue una joven conversa de los primeros siglos de la era cristiana. Fue encerrada por su padre pagano en su castillo para forzarla a la apostasía. Al no conseguirlo la asesinó y él mismo murió fulminado por un rayo. Vivía en la hoy Turquía.
Se le representa con manto rojo, cáliz de la sangre de Cristo, rama de olivo, corona y espada, todos ellos símbolo del martirio.
Es la patrona de los mineros y los bomberos. Reconocida como protectora contra el rayo, fuego, muerte repentina e impenitencia. Ella murió por ser fiel a nuestro Jesucristo y por eso es testimonio para todos.
Santa Bárbara pertenece al grupo de los 14 Santos Protectores y fue una de las santas más populares en la edad media, virtud que conserva en la actualidad. Además de tener tantos devotos en la población es la patrona de los militares, específicamente de los artilleros. También lo es de los mineros, arquitectos, albañiles y constructores, esto debido a lo que relata su historia cuando remodelaron la torre donde vivía. Para los versados en el conocimiento esotérico Santa Bárbara protege principalmente a quienes se hallan en peligro de muerte y no tienen sacramento, debido quizás a la oración que hizo la santa en el momento de su muerte.
El día de Santa Bárbara se celebra en muchos países de América y Europa el 4 de diciembre, fecha en la cual se supone su padre le quitó la vida hace más de 1700 años. Ella forma parte de los 14 Santos Auxiliadores de la Iglesia Católica, y es una de las santas que cuenta con mayor devoción en Venezuela.
Manzanas y rosas rojas, vino tinto y un manto color carmín son algunas de las ofrendas que se le presentan en su día. Se trata de un momento de alegría en el cual muchos organizan fiestas o suculentas cenas en su honor.
Si no recuerdas a Santa Bárbara con frecuencia, seguro te vendrá a la mente cuando escuches el sonido de los truenos durante una tormenta.
La vida de una mártir
La vida y obra de Santa Bárbara cuenta con pocos registros históricos, la información que existe de ella tiene grandes tintes legendarios. Antiguas escrituras indican que la joven y bella Bárbara nació en Nicomedia, a orillas del mar Mármara alrededor del siglo III después de Cristo.
Su padre fue un hombre pagano, rico y poderoso llamado Dióscoro, quien se propuso inculcarle a su hija la idolatría. Bárbara se negó a seguir estas creencias y, en cambio, prefirió convertirse al cristianismo, lo que encendió la ira de su progenitor, y provocó que la encerrara en una torre.
Fue un sacerdote quien, haciéndose pasar por médico, la bautizó y le enseñó la doctrina cristiana mientras se encontraba enclaustrada.
Cabe destacar que para expresar su fe, Bárbara mandó a instalar una tercera ventana en la torre, que simbolizara la Santísima Trinidad.
Dióscoro hizo miles de intentos por hacer cambiar a su hija de opinión, ésta se negó a abjurar de su religión.
Se dice que cuando Bárbara fue despojada de sus ropas para ser vejada, cayeron del cielo copos de nieve que taparon su cuerpo por completo.
Al no hallar manera de convencerla, su padre le pidió a un juez pagano que le permitiera ejecutarla y degollarla en la cima de una montaña, cuando ella sólo contaba con 18 años de edad. La petición le fue concedida, pero apenas Dióscoro terminó de asesinarla, cayó del cielo un rayo que lo fulminó de inmediato.
A raíz de estos acontecimientos, Santa Bárbara comenzó a ser considerada patrona de los mineros, y bomberos, y protectora ante la muerte repentina, la impenitencia y los rayos en caso de tormentas.
Oración a Santa Bárbara
Santa Bárbara bendita, que teñiste con la púrpura de tu sangre tu casta virginidad por amor al Señor, defiéndeme de las tempestades, incendios, hecatombes y calamidades todas de este mundo. Líbrame de la muerte repentina. Intercede por mí al Señor para que me ayude a lograr la prosperidad en esta vida, a vivir en santa amistad y llegar al fin de mis días en paz en su divina gracia. Amén.