¿Qué tan manipulables somos?
Un estudiante de Idaho, Estados Unidos, ganó el primer premio en una feria científica. Intentaba demostrar a qué grado está la gente condicionada a alarmarse por razones pseudocientíficas y a difundir el miedo sobre el medio ambiente.
Para su proyecto le pidió a cincuenta personas que firmaran una petición para el control estricto o la prohibición total de la sustancia química «monóxido de dihidrógeno».
Éstas eran sus razones:
1. Puede causar sudoración excesiva y vómito.
2. Es un componente de la lluvia ácida.
3. En estado gaseoso puede causar serias quemaduras.
4. La inhalación accidental puede ser mortal.
5. Contribuye a la erosión.
6. Disminuye la efectividad de los frenos en los
automóviles.
7. Ha sido encontrado en tumores de cáncer terminal.
De las cincuenta personas, cuarenta y tres firmaron por la prohibición de esta sustancia. Seis se mostraron indecisos. Sólo uno sabía que el «monóxido de dihidrógeno» es el agua. El título del proyecto del estudiante era «¿Qué tan manipulables somos?»