Piden a las autoridades provinciales “que propongan un cambio de rumbo, antes de que sea demasiado tarde”
Lo solicitó a través de un documento público la Cámara de Proveedores y Empresarios Mineros del Chubut (CAPEM). “El modelo de Provincia que propició el empleo público como nunca otro, se volvió no sustentable”, indicó la entidad. Y apoyó el reclamo de los sectores privados de diversificar la matriz productiva.
La Cámara de Proveedores y Empresarios Mineros del Chubut (CAPEM) del Chubut emitió un pronunciamiento en el que pidió que las autoridades provinciales “propongan un cambio de rumbo, antes de que sea demasiado tarde”, al reiterar la preocupación por el agotamiento del modelo económico de la provincia en el contexto de la actual crisis, sin precedentes.
“La provincia del Chubut viene padeciendo una lenta agonía. Lenta, porque la importancia del sector petrolero viene sosteniendo un mínimo de ingresos que permite darle continuidad a un piso de servicios públicos, pero inexorable si uno analiza el contexto político y económico de la provincia”, dijo en el documento la entidad, que nuclea a cerca de un centenar de empresas asociadas.
El Estado como norte
“Las diversas decisiones que viene tomando Chubut hace ya más de 15 años han diseñado un modelo de Provincia que ha tenido al Estado como norte de todas las políticas, dándole la espalda a la inversión privada”, agregó la entidad, que en este sentido aludió al comunicado emitido a fines de junio y que tituló “Una Ley, un modelo. 5001, la ley que modeló un nuevo Chubut”.
“El modelo de Provincia que propició el empleo público como nunca otro, se volvió no sustentable. Y el insoportable esfuerzo que cada vez le costaba más al conjunto de los chubutenses para sostener un sector público desmedido permitía anticipar la consecuente crisis, como una inevitable consecuencia que solo era cuestión de tiempo que se diera”, añadió.
La CAPEM observó que “los diversos gobiernos se fueron acostumbrando al déficit”, por lo cual “recaudar menos de lo que se gasta pasó a ser una manera de conducir que no parecía conmover a nadie”.
En este contexto, “cuando las dificultades se hicieron obvias para cualquier ciudadano, la solución parecía requerir definiciones políticas que nunca llegaron. Llegaron solo las explicaciones o los comentarios de lo dificultoso del momento”.
La entidad reseñó que “el déficit mensual alcanzó los 400 millones de pesos cuando la cuestión ya parecía irremontable”, e indicó que “fue a partir de ese momento, destacado por la prensa provincial entonces, que desde los diversos sectores se reclamaron soluciones urgentes”.
“El sector privado reclamó la necesidad de revisar la matriz productiva provincial ‘herida de muerte’, como se sostenía por esos tiempos. Los sindicatos representativos de los empleados públicos también reclamaban soluciones, a veces distintas de las propuestas por el empresariado, pero que también tenían la intención de debatir la manera de salir de la crisis”, agregó.
“La reacción gubernamental esperada no llegó”, continuó, y precisó que “ese déficit mensual a poco de andar alcanzó los 500 millones, los 700 millones, y hoy alcanza los 2.500 millones de pesos sin que se escuchen propuestas concretas para modificar el rumbo de un barco cuyo destino parece obvio”.
Proponer opciones
En este sentido la CAPEM manifestó: “Desde esta Cámara abogamos por un modelo de provincia que propicie la inversión privada y estamos convencidos de que la discusión por la habilitación de la actividad minera se vuelve imprescindible, junto con otras actividades que podrían revertir el rumbo provincial de manera que la generación de empleo genuino sea una política de Estado”.
“Pero -agregó- aun considerando que el potencial minero de la provincia determina uno de los ejes de desarrollo que debiera explorar el gobierno, entendemos a quien selecciona otras líneas de desarrollo y otros ejes productivos”. Por el contrario, “lo que no resulta esperable es que no se proponga opción alguna ni se evalúe seriamente la manera en que la Provincia modifique el rumbo antes de que el impacto dificulte las cosas, condenando a los más débiles”.
“No existe a la fecha -observó- una sola expresión política que sostenga las virtudes del actual modelo de provincia. Desde los diversos espacios políticos se ha manifestado la gravedad de la situación. Desde izquierdas a derechas proclaman la profundidad de la crisis”.
Y finalizó: “Es en este contexto en que se vuelve fundamental que quienes gobiernan la provincia muestren sus alternativas y propongan un cambio de rumbo, antes que sea demasiado tarde. De otra manera, regiones enteras serán condenadas al atraso y la pobreza, con el agravante que la solución no está lejos ni es imposible. La salida descansa en la voluntad política de quienes hoy deben afrontar las decisiones que hacen falta para sacar a la provincia de la postergación. Es hora de tomarlas”.