Perú optimista en minería 2014
A pesar del turbulento contexto internacional, los especialistas vaticinan crecimiento para el sector minero en el Perú, con una de las tasas más elevadas dentro de América Latina. Si bien la reducción económica de China -que en la actualidad representa el 40% del consumo de cobre y de zinc y el 45% del de plomo en el mundo- y su proyección de crecimiento en sólo un 7%, no es poca cosa para una economía emergente como el Perú. En el caso del cobre, los primeros días del 2014 han mostrado indicadores interesantes. Varios factores coyunturales afectan la oferta disponible en el mundo y contribuyen a la reducción de los inventarios globales, tales como la postergación de algunos proyectos y la disminución de leyes en algunas minas de cobre, bajando las expectativas de riqueza de los yacimientos. Por otra parte, los costos de la actividad minera continúan en ascenso, obligando esto a enfatizar la eficiencia tributaria dentro del esquema de inversiones. Sin embargo, no se espera que los precios del cobre se modifiquen significativamente. La demanda esperada por los especialistas se mantiene estable, en un precio promedio anual del orden de los US$3 la libra. El mercado del oro es diferente; el precio tenderá a ser más volátil dado el componente de especulación financiera que siempre está ligado a las transacciones del mercado, especialmente, cuando la inestabilidad financiera predomina. Hay quienes opinan que el precio del oro no disminuirá, por el contrario, debería más bien superar los US$1,300 la onza. Para Perú, lo que suceda con los precios del cobre y el oro es vital, tanto para su economía como para los ingresos fiscales del país y el canon que reciban las regiones mineras. Difícilmente vuelvan a repetirse los precios excepcionales que recibieron los gobiernos regionales en los dos primeros años de esta década, pero sí es posible que Perú siga creciendo en 2014 y 2015, debido a la entrada en producción de nuevas minas y a la ampliación de las ya existentes. Y por la mayor producción, el aporte de la minería será mayor. El contexto mundial es favorable para el crecimiento de la minería, apoyado en primer lugar, por el enorme proceso de urbanización mundial que deberá producirse hasta el 2050, y en segundo lugar, porque no menos del 30% de las clase media mundial estará en las economías emergentes, lo cual estimulará la demanda de cobre, hierro, zinc, estaño y en menor medida, también oro. Se prevé que la demanda de oro para joyería se eleve significativamente, porque será cada vez más escaso y apreciado en el futuro.