Se trata de un innovador proyecto de las familias Tanoni y Chiguay, guías de montaña certificados que utilizan las huellas mineras para algunos de sus recorridos, a raíz de lo cual idearon la propuesta de construir el Parque Aventura Sol, con actividades como tirolesa, trekking, rapel y campamentos. La idea consiste en construir en el lugar donde los guías actualmente realizan sus actividades, un parador y un comedor para recibir a contingentes de escuelas. Para la construcción de las estructuras de un parque destinado al turismo aventura, es necesaria la colaboración desinteresada de las empresas con materiales que ya no utilicen las empresas mineras, como los caños de perforación ya inutilizados, estructuras metálicas de cualquier tamaño y forma, pallets de madera y chapas de cualquier tipo.
El lugar está ubicado en Ruta Nº 16 a 14 kilómetros de la ciudad y sobre el margen oeste del Río San Juan, antes de subir al paredón del Dique de Ullúm. El sitio cubre una superficie de 17.500 metros cuadrados entre superficie terrestre y acuática, por medio de una concesión otorgada por el municipio de Rivadavia. En este lugar, y con la donación de los materiales por parte de las empresas mineras, los emprendedores de esta iniciativa pretenden construir el Parque Aventura Sol. Luis Tanoni, uno de los ideólogos de la propuesta, expresó: “A veces generamos circuitos en los que aprovechamos las huellas mineras precisamente y es por eso que pensamos en empresas mineras cuando desarrollamos el proyecto y porque además son las que pueden contar con los elementos que pretendemos reciclar. Nuestra intención es dotar al lugar de la infraestructura que nos permita recibir a contingentes de escuelas, como el parador, por ejemplo. La idea es que el turismo aventura comience a ser aprovechado desde un rol educativo, como ya se hace en provincias como San Luis, por ejemplo”.
El grupo ya cuenta con actividades didácticas destinadas a promover el turismo aventura, como bicicleteadas por el circuito de Loma de las Tapias y Las Torres, campamentos con fogones donde se relatan historias y se enseñan nudos de escalada y procedimientos de descenso a rapel, y trekking, que enseña sobre las diferentes geoformas presentes en el entorno y su origen, así como la flora y la fauna local. Los iniciadores del proyecto tienen grandes expectativas y persiguen también un fin solidario: los chicos de escuelas alejadas, en particular aquellos que pertenezcan a escuelas albergue, serán invitados especiales para disfrutar de todas las actividades en forma absolutamente gratuita.