Ósmosis inversa para neutralizar el impacto ambiental en los ríos
La compañía Minera Aguilar (CMASA) utiliza desde el 2008 un método especial de tratamiento de efluentes líquidos para desmineralizar el agua de los diques de cola y neutralizar así el impacto ambiental en los ríos eliminando metales pesados. Este novedoso método que utiliza ósmosis inversa es único en Argentina y permite que los líquidos residuales terminen completamente libres de metales pesados cuando llegan a los cauces del río circundante, el Yacoraite, en Jujuy.
El Ing. Daniel Balverde, gerente corporativo en seguridad y medio ambiente hace más de 19 años en la empresa, está a cargo de la supervisión de los monitoreos y controles de seguridad para las operaciones de la mina. Balverde explicó el funcionamiento del método: «“La llamamos planta de tratamiento de efluentes. Según las características de la mina, llega la pulpa a los diques de cola donde está la mayor parte del mineral extraído mezclado con agua. Se hace decantar el agua, y después se la trata antes de verter al cauce natural. Una vez decantada, pasa por la planta de efluentes y se acondiciona y se la puede verter sin generar problemas. La planta procesa 10 m3 por hora”. Anteriormente, con dos lagunas de estabilización, en donde por el agregado de hidróxido de calcio se lograba la precipitación de los metales pesados y se obtenía un efluente ambientalmente apto para su volcamiento aguas abajo, para garantizar que fuera totalmente seguro, se llevaron adelante investigaciones y se optó por la osmosis inversa, la cual genera el efluente final ajustado a las más altas exigencias legales y técnicas.
CMASA explota un yacimiento de plomo, plata y zinc (galena argentífera y esfalerita). El proceso de concentración se hace por flotación por espumas, utilizándose en el proceso colectores, espumantes, acondicionadores y reguladores. Las colas de Planta Concentradora y los efluentes cloacales se juntan y se dirigen al dique de cola 6, en el cual, por sedimentación, se clarifica el agua y se traslada hacia la Planta de Efluentes por cañería hasta una fosa de alimentación.
Balverde explicó que “a diferencia de otras minas, parte del agua que se utiliza se recupera en la misma planta concentradora, como no tenemos necesidad de usar tanta agua, la vertemos, pero para hacerlo hay que tratarla y se diseñó esta planta que nos llevó dos años construirla. Estos equipos son sumamente costosos e incluso las membranas que se utilizan en ultrafiltración y osmosis inversa son importadas, por lo tanto tiene un alto costo operativo. Nuestros monitoreos de las aguas se realizan periódicamente por semanas, quincenas y meses. Las muestras nos dan una excelente calidad del agua muy por debajo de los límites permitidos por las leyes ambientales de Jujuy”. Y agregó: “Las membranas son microscópicas y especiales para retener partículas y la osmosis inversa lo que hace es retener cationes de metales pesados o aniones de sulfatos y nitratos. Con este tratamiento logramos un agua desmineralizada, hasta que se purifique por los procedimientos convencionales, puede ser apta para consumo humano y animal, o incluso el riego». Las aguas tratadas son finalmente vertidas en cauces locales que luego van hacia el Río Yacoraite y este vuelca finalmente en el Río Grande en la Quebrada de Huamahuaca. Esta planta de tratamiento es especialmente adaptada a la mina que opera en estos momentos en Jujuy, aunque Balverde estima que si se llegan a profundizar las investigaciones y mejoras de este procedimiento, es posible que pueda utilizarse para otro tipo de emprendimiento minero metalífero.
Por último, Balverde señaló que el modelo utilizado en Mina Aguilar «tampoco significa que nuestro modelo sea la panacea para cualquier efluente minero, de todas maneras abre un camino nuevo para futuras aplicaciones que requieran otras empresas”. Cabe destacar que Aguilar es la primer minera que utiliza este proceso alternativo para los efluentes, lo que la hizo merecedora de un premio de OLAMI (Organismo Latinoamericano de Minería).