Minería metalífera en Tierra del Fuego
La provincia más austral de la Argentina tiene una apasionante historia en torno a la minería metalífera, debido a la llamada “fiebre del oro” que se concretó en ese territorio entre finales del siglo XIX y principios del XX. En la actualidad no cuenta con yacimientos auríferos productivos ni tampoco de otra especialidad metalífera, aunque existen estudios que indican la existencia de un potencial a considerar en la materia. ¿Seguirá siendo una leyenda la minería metalífera en Tierra del Fuego o algún día se convertirá en una realidad?
Teniendo en cuenta que la producción relacionada con la turba, de fuerte desarrollo en territorio fueguino, no es considerada como una actividad minera por muchos especialistas entendiendo que nace a partir de un proceso biológico y no geológico, como exige por ejemplo la Asociación Mineralógica Internacional, la minería no metalífera en Tierra del Fuego quedaría prácticamente reducida en la actualidad a la extracción de áridos de las canteras ubicadas en la costa de Río Grande.
No existen hoy emprendimientos metalíferos, como aquellos que proliferaron de a cientos sobre la década de 1880 y protagonizaron la llamada “fiebre del oro” en la zona conocida como el fin del mundo. Vale la pena recordar algunos detalles de esas auténticas proezas en una región fuertemente inhóspita por entonces.
La fiebre del oro fueguino
Todo comenzó a partir de la exploración realizada por el chileno Ramón Serrano Montaner en 1879, quien confirmó la existencia de oro en las arenas de la región. No faltó mucho tiempo para que llegaran los primeros e intrépidos aventureros en búsqueda del preciado metal, destacando entre ellos la figura de Julio Popper.
Popper fue vital en este proceso por dos cuestiones. En primer término, porque se afincó en la zona en 1887, específicamente en San Sebastián, para posteriormente fundar El Páramo. En segundo lugar, porque creó y patentó un instrumento para extraer oro y efectuar la limpieza de las arenas.
Gracias a su invento logró extraer una cantidad superior a los 600 kilogramos de oro, trabajando los yacimientos conocidos como Bahía Slogget y Sierra Carmen Sylva, en el canal Beagle, además de Punta Páramo, el de mayor importancia en cuanto a la magnitud de la producción.
El éxito de Popper motivó la llegada de exploradores de distintas procedencias, alcanzando incluso una incipiente industrialización de la actividad sobre los últimos años del siglo XIX, teniendo en cuenta que los primeros intentos eran claramente artesanales.
El desarrollo de la minería metalífera hizo posible la llegada del telégrafo y el auge de las zonas portuarias en la zona, pero sobre el término de la primera década del siglo XX el oro dejó de estar disponible para la tecnología de la época y las minas fueron abandonadas. Todavía es posible hallar en Tierra del Fuego alguna maquinaria en desuso que nos habla de ese período de mineros exploradores y leyendas.
¿Una producción viable?
Es importante tener en cuenta que existen trabajos de investigación desarrollados en la segunda mitad del siglo XX por firmasestadounidenses y chilenas que han determinado la existencia de oro con distintas concentraciones en la zona de Tierra del Fuego. De acuerdo a estos estudios se trataría del denominado oro aluvional, conducido desde los ríos hasta el mar y posteriormente transportado por las corrientes marinas.
Se ha determinado que el oro se encuentra en importantes cantidades pero en reducidas proporciones en cada sector, siendo de esta manera viable desde un punto de vista económico y productivo solamente a través de emprendimientos de pequeña y mediana escala, que deberían utilizar incluso métodos artesanales de extracción.
También se han identificado varios yacimientos, como en el Área Cabo Nombre – El Páramo, denominados Minas Paola, Agustina y Andrea, Mina La Libreña y Mina Cañado Beta. En la Bahía Sloggett, en tanto, se ha individualizado la Mina Famatina. Por último, en el Área Carmen Sylva Norte y Sur se ha determinado la existencia de las Minas Delia y Del Carmen.
Proyectos e incógnitas
Cien años después del cierre de las primeras minas abiertas en el marco de la “fiebre del oro”, el gobierno de Tierra del Fuego pareció reflotar la idea de aprovechar los recursos metalíferos de la provincia a través de un proyecto de fideicomiso lanzado en 2009, que buscaba crear las condiciones para nuevos emprendimientos al respecto.
Se trató de una interesante iniciativa que perseguía el apoyo económico de programas y proyectos que intentaran determinar la factibilidad técnica y económica del aprovechamiento de los recursos mineros fueguinos, incluyendo tareas de información, investigación y experimentación.Sin embargo, seis años después de su lanzamiento no se conocen proyectos en minería metalífera que se hayan desarrollado a partir de este fideicomiso.
En la actualidad, la administración de la gobernadora Fabiana Ríos, bajo cuya gestión se había impulsado el fideicomiso indicado anteriormente, promueve la minería sustentable y se ha declarado la prohibición de la minería a cielo abierto en el territorio fueguino mediante una ley provincial. El organismo competente en los controles es la Dirección de Minería, dentro de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Ambiente.
¿Existirá un futuro para la minería metalífera en la provincia austral o todo seguirá quedando en el terreno de las historias de aventureros y antiguos buscadores de oro? ¿Es posible un desarrollo a pequeña escala de la actividad, respetando la sustentabilidad ambiental y sociocultural? Son algunas incógnitas que sería importante resolver.
Prensa GeoMinera