Paradójicamente, los desechos de una era pueden ser el tesoro de otra. Los llamados «minerales raros”, una serie de minerales sumamente plegables que contienen los elementos para producir metales valiosos, fundamentales para la fabricación de celulares, computadoras, vehículos, televisores, máquinas de resonancia magnética y hasta sistemas de armas, podrían encontrarse en tierras desechadas hace siglos, hasta ahora considerada tóxica y dañina al ambiente.
En relación a las exploraciones de oro, plata y cobre realizadas cientos de años atrás en el lejano oeste de Estados Unidos, Larry Meinert, director del programa de minerales del Instituto Geológico de Estados Unidos en Reston, Virginia, declaró que “esos desechos nunca fueron examinados para otra cosa que los minerales que en ese entonces buscaban”. Durante los últimos 10 años, ha crecido exponencialmente la demanda de los 15 elementos denominados minerales raros, dado el mayor nivel de sofisticación y menor tamaño de los artefactos tecnológicos modernos. Entre estos elementos se encuentran el lanthanum 57 y el lutetium 71, que en realidad no son tan raros sino difíciles de extraer, porque aparecen en cantidades ínfimas y suelen estar uno pegado al otro. A diferencia de otros metales (como el oro y la plata), no hay una manera fácil de filtrar los minerales raros sin destruirlos, por eso es tan difícil su minería y extracción.
China es uno de los principales exportadores de minerales raros, y el precio de los mismos se eleva en relación con su demanda. Por ejemplo, el neodymium, utilizado para la fabricación de automóviles, subió de 15 dólares el kilo en el 2009 a 500 dólares en el 2011, mientras el óxido dysprosium, para la fabricación de lámparas, saltó de 114 dólares el kilo en el 2010 a 2.830 dólares el kilo en el 2011. A nivel mundial, una cantidad cada vez mayor de gente anhela tener cosas como teléfonos celulares y otros dispositivos tecnológicos usuales en nuestra vida diaria.
En la Universidad de Nevada en Reno y en la Escuela de Mineralogía de Colorado, los científicos usan rayos láser para examinar muestras de rocas y minerales recolectadas en el oeste de Estados Unidos durante la era de explotación del oro. «Sería bueno si pudiésemos reciclar toda esta tierra, que era considerada desecho hace años, y que hoy en día no es para desechar», expresó Alan Koenig, científico del Instituto Geológico de Estados Unidos a cargo del proyecto. En una zona cerca de Sparks, Nevada, han descubierto minerales raros como el indium, un ingrediente de paneles fotovoltaicos, que también fue hallado en otra mina de cobre, hoy inactiva, cerca del poblado artístico de Bisbee, en el sur de Arizona. Koenig y otros científicos están investigando la composición de todos los depósitos minerales del país del norte que han sido examinados en los últimos 150 años, recabando datos de 2,500 muestras que podrían contener valiosos ingredientes, con el objetivo de entender mejor si es posible predecir dónde se hallan los metales raros, basado en la presencia de otros elementos.
Koenig indicó que “si tuviera que decirle una cifra, yo diría que hemos hallado unas cuantas decenas de localidades que contienen niveles altos de esos metales. Con este proyecto, el objetivo sería armar una enorme base de datos que nos permita predecir y establecer combinaciones”. En la actualidad sólo hay una mina en Estados Unidos que produce metales raros, ubicada en Mountain Pass, en el desierto del sur de California. La empresa propietaria, Molycorp Inc., tiene como objetivo producir 20.000 toneladas métricas de los metales en los próximos meses.