Los Azules inauguró una casa en Calingasta para estar cerca de la comunidad
El proyecto de cobre, el cuarto más grande del mundo, creó un nuevo espacio que tiene como objetivo principal dialogar y escuchar a la comunidad.
Los Azules, el proyecto minero de cobre ubicado en Calingasta, hace poco reconocido como el cuarto más grande de su tipo en el mundo, inauguró una oficina en el centro del departamento como un signo de apertura a la comunidad. Se trata de una casa donde funcionará la oficina de Relaciones Comunitarias, pero también una oportunidad de trabajo conjunto, de cara a los futuros avances de la mina.
El espacio está a una cuadra de la plaza departamental y propios y ajenos se refieren al mismo como “la casa”, más que la oficina. Es que no se trata de un lugar de trabajo normal, sino que está planteado como un lugar de puertas abiertas donde buscarán relacionarse con las necesidades de los calingastinos y empezar a afinar un estilo trabajo conjunto.
La inauguración fue este lunes 5 de diciembre, pocas semanas después de que ampliaran las oficinas en el centro de San Juan. Es el segundo adelanto en muy poco tiempo del nuevo ritmo del proyecto, que está acelerando su trabajo de vinculación y contratación. Es la previa de otras noticias que ya adelantó la minera, que opera bajo el paraguas de McEwen Mining. Es que en abril esperan presentar el Informe de Impacto Ambiental, avanzando a una instancia previa de la explotación.
La casa de Los Azules se convierte, de esta manera, en un espacio estratégico para empezar a dialogar, pero también preparar a la comunidad para las actividades. Michael Meding, gerente general del proyecto Los Azules, explicó que estas oficinas demuestran “una idea de mayor acercamiento a la comunidad y demostrarle a los vecinos que queremos estar más integrados”.
“La empresa viene hace años trabajando acá en campañas de exploración, pero nunca hubo una con tantas personas trabajando. Hoy tenemos 140 empleados propios y más de 260 trabajadores tercerizados. Es decir que son más de 400 familias las que dependen de nuestro proyecto”, detalló Meding. De los trabajadores directos, el 40% son de la comunidad de Calingasta.
Los vecinos del departamento cuentan con un perfil minero, pero el objetivo de Los Azules es también reforzar esta identidad, dar oportunidades y, sobre todo, iniciar un plan que beneficie a ambos. Natalia Suárez, jefa de Relaciones Comunitarias y quien estará a cargo de la casa explicó que inician a partir de ahora un trabajo fundamental, que es el de entender las necesidades de la comunidad y generar vínculos y desarrollos estratégicos.
“El primer desafío diseñar, a partir del mapeo de grupos de interés, programas que sean realmente significativos y apunten al desarrollo para poder dejar instaladas las capacidades”, explicó Suárez. La idea es no sólo recibir los pedidos específicos de la comunidad de apoyo o de trabajo, también entrenar las capacidades de personas en edad laboral y proveedores para que estén listos para trabajar en este u otro proyecto minero.
Para esto realizarán, en los próximos tres meses, un plan integran de trabajo, a partir del diálogo con calingastinos. Pero, además, ya vienen trabajando sobre todo en la formación de profesionales y desarrollo de proveedores.
Jorge Castañeda destacó que “las puertas abiertas de la empresa significa el compromiso de la empresa con el desarrollo local del que tanto hablamos”. Destacó las carreras universitarias nuevas que hay en el departamento, en total 11, que muchas son mineras y otras tienen otros enfoques, pero todas reciben fondos mineros para poder dictarse.
Justamente el trabajo educativo es uno de los proyectos que ya puso en marcha Los Azules. Meding detalló que una de estas iniciativas es con la escuela técnica del departamento, donde dan “la posibilidad de hacer prácticas y tener una idea de cómo sería, cuando terminen la carrera de técnico, el trabajo práctico en campo”.