Litio: La oportunidad del norte
En San Salvador de Jujuy se desarrolló el “Quinto Seminario Internacional: Litio en la Región de Sudamérica 2016”. Organizado por la revista Panorama Minero, debatieron funcionarios del área de minería, empresarios y organismos de investigación y desarrollo.
Mientras en los mercados internacionales los precios del petróleo, acero y carbón languidecen, sube la demanda de “materias primas tech”, usadas para celulares, electrónicos y autos eléctricos, como grafito, cobalto y el litio, llamado también el oro blanco del siglo XXI.
Según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos, en “el triángulo del litio” norte de Argentina y Chile, y sur de Bolivia, se acumula el 49 por ciento de los recursos identificados, y el 62 por ciento de las reservas mundiales confirmadas, es decir las realmente disponibles y económicamente viables con la tecnología actual.
El peso relativo de estos salares es dinámico, varía según se amplían los estudios de exploración y se desarrollan nuevas tecnologías que extraigan el litio de lugares impensados, como rocas y el océano. Por eso los expositores del “Quinto Seminario Internacional: Litio en la Región de Sudamérica 2016” coincidieron en la idea de “ventana de oportunidad”, dado que el país tiene las mejores chances de capitalizar la actual demanda del litio, que tendría su pico máximo en los próximos cinco años, frente a las dificultades que atraviesan estas explotaciones en Bolivia y Chile, algo que fue señalado por la propia Comisión Chilena del Litio (Cochilco).
“Hay una demanda concreta y Argentina la tiene que aprovechar. Bolivia con el salar de Uyuni no arrancó, y Chile tiene un techo, porque no puede otorgar nuevas concesiones. Australia es el primer productor mundial, pero allí por ahora su explotación es el doble de cara”, destacó el presidente de la Cámara Minera de Catamarca Luis Manuel Álvarez. En Catamarca el litio no es novedad, desde hace 19 años produce 12 mil toneladas por año de carbonato en el salar del Hombre Muerto. Allí avanza un nuevo proyecto, Sal de Vida, de la empresa australiana Galaxy que está en búsqueda de financiamiento.
Con la actividad metalífera casi paralizada, el litio ha sostenido la alicaída inversión minera del 2015 y se mantiene como principal eje en lo que va del 2016. En Jujuy, considerada la capital nacional de la minería, sus proyectos más emblemáticos atraviesan dificultades: Compañía Minera Aguilar está reduciendo su personal, y la multinacional canadiense Silver Standard ha decidido cerrar Mina Pirquitas, dedicada a la explotación de plata, estaño y zinc, con impacto en 600 puestos de trabajo directos, 250 originarios de comunidades cercanas. Y justamente el litio generó el último gran proyecto de la provincia, Sales de Jujuy, que pertenece a la empresa Orocobre, un holding australiano, con participación de la automotriz Toyota y la empresa provincial de energía Jemse. Comenzó a operar con su planta el año pasado, obtuvo una producción de 427 toneladas de carbonato en diciembre y prevén producir 17.500 toneladas anuales de litio grado batería.
En el encuentro se aclaró que a pesar de esta explosión de crecimiento, el mercado del litio es pequeño en comparación con los otros minerales. Según Cochilco, el pico de ventas anuales, registrado en 2015 fue de aproximadamente 1200 millones de dólares, mientras que por ejemplo, el hierro supera los 160 mil millones y el oro los 152 mil millones.
El economista Lizardo González director del Centro de Estudios de Comercio Exterior de la Universidad Nacional de Jujuy (Unju), detalló que el carbonato de litio se negocia en torno de los 6000 dólares la toneladas, y pronosticó la posibilidad de alza en los precios de este producto, en los nuevos contratos que suscriban las empresas, dado que no se trata de un commodities.
Daniel Jerez director nacional de promoción minera señaló que “la minería es una actividad que agrega valor donde no hay nada”. Y explicó que “en estos momentos los precios están subiendo dado que hay un cuello de botella porque a nivel mundial varios proyectos se atrasaron, y la demanda siguió creciendo. Es uno de los pocos minerales que no ha caído”. Agregó que “la paradoja es que la demanda del litio es ahora, pero hay que moderar el exceso de expectativas. Recientemente apareció la tecnología para explotar arcillas y micas litíferas en Australia y México, que son una competencia para nuestros salares. El riesgo es que perdamos la carrera. Es un mercado pequeño que admite pocos jugadores. Lo que debemos hacer es tratar de aprovechar esas ventajas competitivas y radicar inversiones”.
En consonancia, un informe de agosto pasado elaborado por el Centro Interdisciplinario de Estudios en Ciencia y Tecnología (CIECTI), del Ministerio de Ciencia, señala que “a la primacía del litio para baterías se le pronostica una duración de 35 años, pues se prevé que la celda de hidrógeno sea económicamente viable alrededor del 2050”.
Representantes de organismos científicos discutieron también las posibilidades de establecer una industria tecnológica del litio.
Desde el año pasado la Unju, el Conicet y la empresa YTec (brazo tecnológico de YPF) construyen en la localidad de Palpalá el Polo Científico Tecnológico General Savio, apostando al desarrollo de I + D local. “La cadena de valor del litio, desde la explotación de la salmueras alto andinas, hasta el desarrollo de las baterías, tiene valor si en paralelo se fortalecen grupos de investigación en electroquímica, ambiente, manejo del agua, y aspectos industriales, porque si logramos avanzar tecnológicamente para aprovechar el litio, reuniremos las capacidades para aprovechar también otros recursos que puedan aparecer en 20 años”, señaló Rodolfo Tecchi, rector de la Unju.
Por su parte el geólogo Julio Gómez titular del Segemar, destacó el rol del organismo técnico generador de información geológica y minera: “contamos con dos institutos de investigación con 550 técnicos especializados, apuntamos a consolidar una cartografía que ponga en valor todos nuestros recursos naturales. Lo que hoy vale, tal vez dentro de 20 años no valga, porque la técnica avanza y no puede esperar. Nuestro Instituto de Tecnología Minera está trabajando con el INTI buscando nuevas aplicaciones para el litio, que le agreguen más valor”.
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