La minería: una actividad con más de 5.000 años de vida
La antigua civilización egipcia se caracterizaba por su increíble ingenio y capacidad arquitectónica. Detrás de las grandes pirámides hoy conocidas en todo el mundo, existió un extraordinario esfuerzo y una gran disciplina que dio origen a la minería a cielo abierto.
Hace 3.600 años antes de Cristo la explotación de piedra caliza, granito, basalto y diorita marcaba el origen de la gran minería a cielo abierto. Estamos hablando de las famosas pirámides de Egipto, más específicamente de Keops, Nefren y Micerino, que corresponden al reinado de los faraones padre, hijo y nieto.
En Keops, la más grande de todas, trabajaron durante 20 años 100.000 personas 4 meses por año, lo que representa un total de 240 millones de jornadas. En dicho lapso arrancaron de las canteras, trasladaron y ubicaron en la pirámide y sus construcciones complementarias unos 3,5 millones de metros cúbicos de roca caliza, basaltos y granitos, llevando a cabo una explotación total de 5.000.000 de metros cúbicos.
Si comparamos este valor con el que se obtiene en una operación de explotación de minas a cielo abierto actual -donde se obtienen 80 toneladas por hombre turno-, veremos que el rendimiento de hoy en día es 1.480 veces mayor.
Pero las pirámides nos son las únicas maravillas arquitectónicas de los egipcios. Además, debemos agregar las majestuosas construcciones de sus ciudades, como Tebas y Luxor, repletas de gigantescas columnas de 6 a 12 metros de altura, muchas veces de una sola pieza.
Estos increíbles esfuerzos realizados por las antiguas civilizaciones, representan una de las más formidables demostraciones del ingenio y capacidad del hombre, y muchos de sus hallazgos y métodos se mantienen vigentes luego de más de 5.000 años.
Fuente: Cuyo Minero (Diario de Cuyo)