La "materia prima del futuro", en el suelo argentino
Empresas de distintos países, entre ellos Corea, Australia, Francia, China o Japón, ya informaron al gobierno de Macri su decisión de profundizar la «avanzada» en la Puna. Vienen atraídas por una serie de ventajas que ofrece el suelo local y el incentivo que genera la quita de retenciones
stó apenas un gesto político para que un sector clave, como es la minería, vuelva a ponerse en marcha.
La riqueza de este suelo, asociada con la quita de retenciones, hace prever que con el paso del tiempo las inversiones irán en franco aumento hasta que la actividad experimente un boom en la Argentina.
Este repunte no acompañará a todos los minerales por igual. En particular, las empresas prestan atención a uno de ellos, que es el que le quita el sueño a las automotrices y los productores de tecnología en general.
Se trata del litio que, para varios expertos, es la materia prima del futuro.
Eso, por su creciente importancia y mayor uso industrial, tanto para la fabricación de baterías de autos eléctricos como de celulares.
Tal es así que apenas se produjo el cambio de Gobierno, capitales de Corea, Australia, Francia, China e incluso Japón -entre otros- confirmaron que implementarán planes de búsqueda y extracción en la región Norte.
Este metal se encuentra mayormente en los salares de Jujuy, Salta y Catamarca, otorgándole a esas provincias en particular -y al país en general- una riqueza envidiable, ya que en este suelo yace la tercera reserva mundial del compuesto.
De hecho, en el sector es común que varios expertos identifiquen a la Argentina como integrante de una potencial «Arabia Saudita del litio» junto con Bolivia y Chile.
Y no es para menos: en conjunto poseen más del 80% de los reservorios comprobados en todo el planeta.
A partir de las investigaciones realizadas, se estima que el volumen del metal presente en estas tierras alcanza los 130 millones de toneladas, suficiente como para abastecer la producción de baterías para autos, computadoras o celulares de buena parte de Asia durante, al menos, cuatro años.
Esta riqueza que ofrece el territorio local adquiere una mayor relevancia si se tiene presente lo que sucede en el «vecindario».
Por caso, si bien Bolivia posee más del doble, la nación que comanda Evo Morales mantiene vetada la explotación privada del recurso.
En Chile, producto de una serie de escándalos vinculados con la entrega de áreas de explotación, dejó de ofrecer concesiones a los interesados en extraer el mineral.
«Otra vez surge un escenario propicio para invertir en minería, y esto es lo que están viendo los extranjeros», comentó a iProfesional Julio Ríos Gómez, referente de Gemera, la cámara que nuclea a las empresas que hacen exploración minera en la Argentina.
En su visión, después de que la actividad prácticamente terminara paralizada durante el kirchnerismo, ahora las condiciones vuelven a ser óptimas, producto de un Gobierno que se muestra más «market friendly» y tras las medidas que tomó, como la quita de retenciones.
«Si bien este va a ser un año de transición, ya hay indicios de que la tendencia negativa del último tiempo quedó atrás. Por lo pronto, se reactivaron planes como los yacimientos de Casposo o Los Azules en San Juan», especificó el referente de Gemera.
Él, al igual que la mayoría de los expertos del sector, considera que «el litio puede darle a la Argentina un lugar preferencial en el mapa minero mundial».
Esta materia prima, una vez extraída, se envía desde las provincias rumbo a los puertos instalados sobre el océano Pacífico para luego ser trasladada, por ejemplo, a Estados Unidos y distintos destinos de Asia.
En esos lugares se lleva a cabo el proceso de purificación del compuesto para su uso comercial.
El nivel de demanda es tal que, en la actualidad, prácticamente todo el litio que se extrae ya está vendido de antemano.
Esta «fiebre» por hacerse de un recurso clave ha contrastado, al menos hasta ahora, con la incapacidad del capital nacional para incrementar la oferta a partir de una mayor explotación.
Por el momento, sólo el gobierno de Jujuy mantiene en pie la decisión de promover laboratorios en su territorio -más precisamente en la localidad de Palpalá- para llevar a cabo el procesamiento, en vez de que el mismo se haga exclusivamente fronteras hacia afuera.
Salta, por citar un caso, sólo se limita a otorgar concesiones en las que la provincia participa junto con privados a través de la estatal Remsa.
Proyectos en definición
Acorde con esta clara necesidad de hacerse de este mineral, a fines del mes pasado una delegación de ejecutivos de la firma surcoreana Posco le anticiparon a Macri que avanzarán con fuertes inversiones en Salta.
¿El objetivo? Asegurarse la provisión de litio por al menos…10 años.
En el plan de la compañía, confiaron a iProfesional fuentes de la cámara minera de ese distrito, figura claramente la decisión de extraer unas 40.000 toneladas.
En simultáneo, desde la compañía de origen australiano Orocobre confirmaron que ampliarán el proyecto pautado para Jujuy.
En este caso, la objetivo perseguido es conseguir el mineral para el desarrollo de las baterías que requerirá la automotriz Toyota.
Eramet de Francia, en tanto, informó que desembolsará más de 250 millones de dólares para extraer litio también en Salta.
Para ello, operará en sociedad con la firma provincial Remsa. El destino de la materia prima no será otro que las plantas de producción de la francesa Renault.
Estos proyectos se sumarán a iniciativas en marcha como la de FMC Lithium, una compañía norteamericana que ya viene exportando carbonato de litio obtenido en la Argentina desde hace ya varios años.
Esta empresa opera en el Salar del Hombre Muerto, un ecosistema enclavado en la frontera de Catamarca con Salta.
Al mismo tiempo, Exar, subsidiaria de la minera Lithium Americas, prevé producir en los próximos meses unas 200 toneladas de fosfato de litio para luego avanzar con la explotación de cloruro de potasio.
De este emprendimiento, emplazado en Jujuy, también participa otro «peso pesado»: la automotriz Mitsubishi.
Por supuesto que nada de esto está exento de polémicas. Ocurre que el mineral se encuentra disuelto en masas acuosas ubicadas debajo de los salares, de modo tal que para extraer una tonelada se requiere de la evaporación de hasta 2 millones de litros de agua.
Semejante volumen permite anticipar que a la par de la motorización de de las diferentes explotaciones, irá creciendo la resistencia ambientalista en el Norte de la Argentina.
«La minería de litio requiere de ciertas garantías que el poder político ahora parece dispuesto a cumplimentar», enfatizó Ríos Gómez.
Y completó: «Esta es, de por sí, una diferencia importante respecto de la gestión anterior. Hay que pensar en las fuentes de trabajo que generarán los nuevos yacimientos y las regalías que aportarán las compañías a las arcas de las provincias. Nada de esto debería perderse de vista».
Mercado promisorio
Tal como viene dando cuenta iProfesional, el litio está brillando con luz propia gracias al acelerado crecimiento del mercado de las baterías.
Esto, en un contexto en el que el mercado automotriz va abriéndole paso a los vehículos eléctricos y en el que los avances en las tecnologías de almacenamiento de energía comienzan se hacen cada vez más presente en los hogares.
Como es lógico, la combinación entre la fuerte demanda y limitada oferta de esta materia prima queda reflejada en los precios.
La cotización ya se disparó casi un 50% en lo que va del año respecto de su promedio de 2015, en claro contraste con lo que sucede con otros minerales.
El Citigroup proyecta que esta tendencia alcista se mantendrá hasta 2017 y pronostica que el nivel de requerimientos se elevará cerca del 65% en los próximos tres o cuatro años.
Mientras que metales como el cobre y el acero sufren la caída en los pedidos por parte de China, el giro del gigante asiático hacia el consumo interno viene incrementando el apetito por productos como tablets y sistemas de almacenamiento de energía, que requieren de litio.
China se fijó la meta de llegar a tener en circulación unos cinco millones de autos eléctricos en no más de cuatro años. Todo esto, bajo un plan estratégico comandado por el gobierno de Xi Jinping.
En cuanto a las automotrices, Nissan y Renault anunciaron que las ventas de vehículos impulsados por baterías de litio alcanzaron un récord en 2015, mientras que la alemana Audi comenzará a producir su primer deportivo utilitario (SUV) eléctrico en 2018.
Entre ese año y el 2024, el mercado de baterías de litio para autos livianos podría mover unos u$s220.000 millones, según proyecciones de Navigant Consulting.
«La demanda para vehículos, incluyendo bicicletas, camiones y colectivos eléctricos, va a ser enorme. Además, los sistemas de almacenamiento de energía también irán en marcado ascenso», dijo a Bloomberg Neil Biddle, director ejecutivo de Pilbara Minerals.
Tesla, el fabricante de autos eléctricos de lujo tiene en carpeta abrir la primera de sus «Gygafactories» -plantas gigantes de baterías- en Nevada, Estados Unidos.
El emprendimiento, según informó la firma, requerirá de unas 25.000 toneladas de hidróxido de litio al año cuando alcance su plena capacidad.
Esta cifra equivale, ni más ni menos, que 45% de toda la oferta mundial.
Fuente Iprofesional