La Argentina, con el freno de mano puesto frente al desafío del automóvil eléctrico
Gracias al litio y al cobre, se podrían triplicar las exportaciones mineras. Pero el cepo y la incertidumbre regulatoria demoran las inversiones.El despegue de los autos eléctricos impulsa cambios en la demanda del litio y el cobre.
Damián Kantor
Economía
La semana pasada una noticia sacudió a la industria automotriz. Por primera vez, un auto eléctrico de Tesla, el Model Y, lidera el ranking de ventas a nivel mundial. En el primer trimestre del año relegó al Corolla, uno de los modelos de bandera de Toyota. Según la consultora Jato Dynamics, entre enero y marzo Tesla despachó 267.200 unidades de su Model Y contra los 256.400 Corolla, que está basado en combustibles fósiles.
Es apenas el primer indicio de la fenomenal reconversión de los medios de transporte. El avance de los autos híbridos y eléctricos impacta de lleno en la demanda de dos insumos críticos, el litio y el cobre, de los que Argentina dispone en abundancia. Hoy el país es el 4° exportador mundial de litio, que se usa en las baterías, y “cuenta con un enorme potencial geológico para posicionarse entre los primeros productores de cobre”, dice un informe de la CAEM, que agrupa a las empresas mineras.
El incremento global de la demanda se refleja parcialmente en las estadísticas. En 2022, las exportaciones mineras argentinas totalizaron US$3.857 millones. Del total, el litio representó US$600 millones. La mayor parte fueron ventas de oro y plata. Abeceb proyecta una cifra apenas mayor para este año (2%), pero con el litio trepando a los US$1.000 millones, “un poco por el aumento de los precios internacionales y otro poco porque entra en operación un nuevo proyecto”, resume Natacha Izquierdo, economista de esa consultora.
El cobre merece especial consideración. Se trata de un mineral clave tanto para la electrificación automotriz como para la transición hacia el uso de energías limpias. Por estos dos motivos, la demanda de cobre se triplicará en las próximas dos décadas, según datos de la InternationalEnergy Agency. Se estima que hay más de 10 millones de vehículos eléctricos en uso (muchos de ellos son Tesla) y estiman que pueden alcanzar los 66 millones hacia 2025.
Tales cifras grafican el potencial de crecimiento de la minería argentina. El litio, aclara el economista Marcelo Elizondo, no es un commodity clásico. “Incluso la producción primaria requiere de insumos químicos, transporte y logística, financiamiento y servicios profesionales conexos. Es una industria que derrama sobre toda la cadena”, dice. No obstante, subraya que “la tan esperada producción local de baterías solo es posible cuando haya más escala”, es decir, cuando crezca el parque de autos eléctricos en la Argentina.
Suena algo lejano.Según datos de ACARA (la cámara de los concesionarios), en 2022 se patentaron apenas 7.842 unidades “no convencionales”: 7.588 híbridos y 260 eléctricos puros. La cifra, sin embargo, representa una suba de 33% con respecto a 2021 y del 232% frente a 2020. “El año pasado no solo creció el negocio en unidades, sino que además se sumaron 14 modelos a la oferta”, dice el informe. Toyota y Ford representaron casi el 92% de las ventas de 0km electrificados.
Potencial exportador
La producción de litio registra avances más notorios que el cobre. Las empresas mineras calculan que la Argentina se podría llegar a exportar US$12.000 millones en 2030 si se adecuan los marcos regulatorios para incentivar la actividad. En la actualidad, recuerda Izquierdo, “hay inversiones demoradas por el cepo importador y la imposibilidad de girar divisas de las utilidades al exterior”.
La electrificación automotriz más el avance de las energías renovables representan una enorme oportunidad. El principal productor mundial de cobre es Chile. En 2022, exportó por un total de US$50.000 millones, “una cifra equivalente a la del sector agroindustrial argentino”, dice la CAEM. A Perú el cobre le reporta US$19.500 millones anuales. La Argentina dejó de producir cobre en 2018, con el cierre de la mina La Alumbrera, en San Juan.
Pero hay alrededor de 20 proyectos en danza. Entre ellos destacan Josemaría (a cargo de la minera Lundin Mining) y El Pachón (Glencore), Taca Taca (First Quantum), Los Azules (McEwen), Filo del Sol(Filo Mining), Altar (Aldebaran),Valle de Chita (Minsud) y San Jorge (Solway). “Si se concretaran los más avanzados, la producción local de cobre podría representar cerca del 25% de la chilena”, advierte la CAEM.
Lo mismo ocurre con el litio. En el país hay dos yacimientos en actividad (Mina Fénix y Salar Olaroz) y ambos tienen en marcha planes de expansión. En la actualidad, el mayor productor de ese insumo clave para las baterías es Australia (54,3% del total). Después aparecen el Salar Atacama de Chile (24%), China (14%) y la Argentina, con el 6,2%. La diferencia es que su explotación requiere “una inversión promedio de US$1.000 millones, esto es tres veces menor a la del cobre”, dice Izquierdo.
El litio se usa en los cátodos de las baterías de los autos. El cobre, un metal valorado por su capacidad para conducir electricidad, tiene mucha mayor incidencia. En un coche a combustión, se usa básicamente en el cableado y cada unidad lleva, en promedio, 23 kilos. En un vehículo híbrido pasa a 39,3 kilos; para un vehículo híbrido “enchufable” a 60,3 kilos; y en un eléctrico puro llega a 83,2.
El auge de la electromovilidad se produce por efecto de los incentivos de algunos gobiernos (“en EE.UU. se otorgan préstamos directos de hasta US$7.500 para la compra de vehículos eléctricos nuevos y de US$4.000 para los usados”, dice el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello), y por la mayor conciencia sobre el cuidado medio ambiental.
Esto a pesar de que un auto eléctrico es más costoso que los de combustión tradicional. Sin ir más lejos, el Model Yde Tesla, el auto más vendido a nivel mundial, cuesta el doble que los Corolla de Toyota. Mientras que el precio de los Tesla Model Y en los Estados Unidos arrancan en los US$47.490, mientras que los Corolla y el RAV4 (que ocupan el 2° y 3° lugar) se venden en US$21.550 y US$27.575, respectivamente.
Luces y sombras en las automotrices
Las empresas de minería dicen que el sector tiene una gran oportunidad para generar divisas. El país “tiene un enorme potencial” para producir litio y cobre, dos de los minerales críticos para el armado de vehículos con tracción a electricidad. Marcelo Elizondo, especialista en comercio internacional y director de la consultora DNI, señala que “toda la industria automotriz en el mundo se redefine y eso supone redefinir qué hacen las multinacionales en cada país”.
En este sentido, Argentina (es uno de los 30 países donde se fabrican automóviles) “puede ser elegible dentro de las multinacionales si desarrolla un ecosistema para producir vehículos eléctricos”, señala Elizondo.
De todos modos, el experto aclara que para eso “se necesitarán nuevos proveedores; recursos humanos preparados, inversiones en investigación y desarrollo, y la incorporación de nuevas tecnologías”. Como en todo proceso de reconversión, Elizondo remarca que no todos recibirán buenas noticias.
Dice que es muy probable que “haya autopartistas actuales que se verán afectados. Los que producen insumos para autos mecánicos y a combustión deberán reconvertirse”, aunque no en lo inmediato.
Publicado por Clarín el 03/06/2023