Fundamentos de la actividad minera
El diario catamarqueño elancasti.com.ar publicó a comienzos del mes de febrero una carta remitida por el ingeniero en Minas, Oscar Eduardo Moreno donde explica, con motivo de los acontecimientos de protesta dados en las distintas localidades afectadas por el proyecto de explotación minera a cielo abierto, que existen ciertas aclaraciones que son necesarias hacer para frenar la ola de reclamos efectuados por “agitadores oportunistas”.
Según Moreno, esta reacción está impulsada por gente que especula con la intención de “obtener crédito económico y político”. De esta manera aclara que la mega minería a cielo abierto “no es una actividad netamente contaminante ya que las sustancias gaseosas que se generan como producto de la explotación (Dióxido de Azufre, anhídrido carbónico, etc.) se diluyen en millones de metros cúbicos de aire disminuyendo a tal punto su concentración que resultan inofensivas; mientras que los residuos sólidos, y las soluciones o efluentes líquidos que se acumulan en los diques de colas se mantienen aislados, o se recirculan de tal modo que no se transfieren al medio ambiente que rodea a los yacimientos”.
Lo que a voces de la oposición se pronuncia como “contaminación” en ingeniería se lo denomina “impacto ambiental” y siendo que toda actividad industrial es propensa a modificar el medio ambiente, la ley estipula los parámetros para que las emisiones de desechos y sustancias no afecten la biodiversidad. En este sentido, afirma que no existen denuncias o casos concretos sobre una contaminación declarada como producto de la actividad minera.
Entre sus fundamentos declara que es falso que el cianuro se use en mega emprendimientos de minería a cielo abierto, ya que está relacionado con las explotaciones subterráneas, y que esta actividad generara el agotamiento de las reservas acuíferas “ya que tanto las corrientes de agua superficiales como las napas subterráneas se retroalimentan con las lluvias y los deshielos”.
Entiende además que el verdadero conflicto se centra en organizar la distribución de las ganancias y generar en la sociedad la paciencia necesaria para que este tipo de negociaciones tome forma hasta lograr dar sus frutos. Para Moreno, estas manifestaciones de desacuerdo se traducen en poner «los palos en la rueda» y retrasar el crecimiento económico.