El Pachón: El cordón cuprífero es famoso en el mundo
RIQUEZA GEOLÓGICA
El Pachón junto a Los Azules y El Altar integran el cordón calingastino. Los pórfidos de la cordillera sanjuanina son el resultado de una convergencia de placas tectónicas.
San Juan tiene tres proyectos de cobre de clase mundial que integran lo que se conoce como “Cordón cuprífero calingastino”, conformado por El Pachón, Los Azules y El Altar, además de otros proyectos exploratorios de menor envergadura. Los diferentes pórfidos cupríferos que integran nuestra cordillera se deben a que se desarrollan en un margen convergente de placas tectónicas, que da lugar a los Andes Centrales. Esta convergencia de placas se da por un sistema de subducción o hundimiento de larga vida y activo en la actualidad. La subducción de placas es el proceso de hundimiento de una placa litosférica bajo otra en un límite convergente, en el caso de nuestra cordillera es la Placa de Nazca (Chile) que se hunde o subducta bajo la Placa Sudamericana (Argentina). “Esta subducción o hundimiento hace que se genere magma calco alcalino que favorece la producción de rocas ígneas, así se van formando cuerpos que se meten dentro de las rocas a la vez de fluídos como cloruro y cloro que traen consigo lo que es cobre y molibdeno. Es decir, esta situación geotectónica y geoquímica favoreció a la conformación de este cordón de pórfidos”, explicó María Torres, licenciada en Ciencias Geológicas y quien en 2012 realizó su tesis final centrada en pórfidos de cobre y molibdeno de Calingasta.
Estos depósitos se distribuyen dentro de lo que en Geología se conoce como “Cinturón de Fuego del Pacífico”. Los pórfidos de Catamarca, San Juan, Mendoza y Neuquén integran esta formación aunque por su ubicación, el verdadero margen metalogenético está en Chile, tal es el caso de Los Pelambres, por ejemplo, en el límite con El Pachón. Según la geóloga, la característica distintiva de esta cordillera respecto a otras cadenas montañosas en el mundo, es la existencia de un enorme volumen de rocas ígneas generadas a lo largo de su historia geológica. “La mayor parte de los depósitos de cobre-molibdeno como en el caso de El Pachón, tienen una relación inherente y temporal con la actividad magmática y a procesos relacionados a la subducción a profundidad por lo que, se denomina pórfido cuprífero o pórfido de cobre y molibdeno a un tipo de mineralización de origen magmático e hidrotermal”, puntualizó la experta.
Los pórfidos cupríferos constituyen la principal fuente de extracción tanto de cobre como de molibdeno. El nombre pórfido refiere a su típica pero no necesaria asociación a rocas de textura porfirítica, específicamente de grandes cristales en una matriz fina.
Fuente: Diario de Cuyo