El fondo del mar, el nuevo reto de la minería
La creciente demanda mundial de minerales para industrias como la construcción y la fabricación de teléfonos móviles, tabletas, pantallas planas, imanes, baterías, y otros dispositivos o componentes electrónicos, está revolucionando la minería, y las potencias mundiales se están lanzando a la exploración y explotación de los recursos situados en los fondos marinos donde existen grandes reservas de oro.
Uno de los modelos de explotación de estos recursos submarinos es el perfilado en el proyecto Solwara I, de la compañía canadiense Nautilus Minerals, que tiene prevista la explotación de minerales a 1,600 mts. de profundidad en el Océano Pacífico, y que además está explorando en aguas de Fiji, Tonga, Islas Salomon, Vanuatu y Nueva Zelanda. A la espera de su aprobación definitiva, la empresa calcula que el yacimiento supera los 2 millones de toneladas, de las cuales 870,000 toneladas contienen un 6.8% de cobre y 4.8 grs. de oro por tonelada. Para extraer el material, el proyecto Solwara I prevé construir puertos flotantes desde los que se manejarán los robots que trabajen en las profundidades marinas. El material extraído se bombeará y viajará a través de tuberías directamente a los buques mineros que, posteriormente, lo transportarán a tierra firme.
Una compañía oriunda de China, país que lleva la delantera en la minería submarina y ya detenta una posición predominante en el mercado de materiales estratégicos como el platino, cobalto y las denominadas ‘tierras raras’, ha llegado a un acuerdo con Nautilus para extraer cobre de yacimientos del Pacífico. Los chinos prevén construir una macro estación minera submarina, propulsada por un rector nuclear, con capacidad para extraer petróleo, oro, cobre, zinc y plomo, según el diario “South China Morning Post”.
En línea con la investigación y prospección de suelo submarino, un equipo de investigadores de la Agencia Japonesa de Ciencias Marinas y Tecnología ha encontrado en el fondo del Pacífico grandes depósitos de minerales raros -claves para el desarrollo de productos de alta tecnología electrónica- que se pueden extraer fácilmente, según sus descubridores. Según Yasuhiro Kato, profesor de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Tokio y director de las investigaciones, los depósitos tienen una fuerte concentración de metales escasos en tierra firme, y un kilómetro cuadrado de esta formación geológica sería capaz de proporcionar una quinta parte del actual consumo anual global de estos materiales. Los expertos nipones descubrieron estos minerales en el barro del mar extraído a unos 5.000 metros de profundidad, en 78 lugares. Un tercio de los sitios analizados tienen un alto contenido del metal itrio, cuyos compuestos se utilizan en la fabricación de televisores a color.
Según Kato, el lodo marino es especialmente rico en metales raros pesados como el gadolinio, lutecio, terbio y disprosio, que se utilizan para fabricar televisores de pantalla plana, diodos emisores de luz (LEDs) y coches híbridos. Por su parte, UK Seabed Resources, ha descubierto enormes cantidades de los denominados nódulos polimetálicos (pequeños trozos de roca que contienen valiosos minerales) y está planificando una gran operación de explotación en el lecho del océano Pacífico, al sur de Hawai y al occidente de México, según la BBC.
Aún se ignora cuál podrá ser el impacto en el medioambiente de la explotación de estos recursos y en algunos sectores se teme que las operaciones masivas de extracción de estas rocas puedan dañar a los ecosistemas marinos de forma duradera. Por ello, algunas organizaciones ecologistas y campañas informativas como “Deep Sea Mining” han solicitado retrasar las actividades extractivas en aguas internacionales hasta que haya un marco conservacionista legal.