Chile, mucho más que cobre
Aunque la minería de cobre en Chile representa junto con el molibdeno, el 90% de las exportaciones de minería del país, este porcentaje se ha reducido en 4,5 puntos en los últimos cinco años, debido al crecimiento en el envío de minerales como el oro, hierro y sal marina, minerales que explican el 10% de los envíos.
Pero además, el país vecino ha logrado una mayor identificación con piedras semipreciosas como lapislázuli y la combarbalita en el extranjero, que además tienen un nicho atractivo en el turismo. Para Chile, sin contar el cobre y molibdeno, los minerales sumaron exportaciones por US$ 4.956 millones en 2012, lo que equivale a un alza de 124% en los últimos cinco años. Entre ellos se destacan la sal marina y de mesa, con un aumento de 362%; el hierro, con 302%, y el oro, con 157%.
Según Álvaro Merino, gerente de estudios de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), el incremento en el valor de los embarques se debe a una conjunción de precios elevados y mayor producción. Desde el gobierno comentan que una de sus políticas es la diversificación de los rubros mineros y apoyar el financiamiento para invertir en empresas junior dedicadas a la exploración minera en el país.
El lapislázuli, a pesar de ser uno de los minerales más atractivos que produce Chile, ya que existe sólo allí y en Afganistán, la producción en los últimos cinco años se ha mantenido estable, con alrededor de 50 toneladas promedio extraídas al año, a pesar de que las artesanías y objetos hechos de la piedra azul se hacen cada vez más populares. Rudolf Araneda, director de Las Flores de los Andes, la única mina de lapislázuli en Chile, explica que «los volúmenes son pequeños, en el orden de 100 a 200 toneladas al año en periodos en que se ha explotado. Uno de los problemas es que hay un robo importante, porque en los meses de invierno está cubierto de nieve y el acceso es muy difícil para la compañía. Sin embargo personas que andan en mulas van rodeando el lugar, logran llegar a la mina y sacan el material». De la producción anual, sólo una pequeña parte se vende a artesanos «dado que el comercio «lateral» se ha tomado un porcentaje amplio», expresa Araneda. La mayor parte se exporta a países como China y Estados Unidos, y otra porción se orienta a buscar un uso alternativo que permita acceder a más mercados.
La combarbalita, piedra volcánica de tonos cafés, se extrae a unos 70 kilómetros de Illapel en la comuna de Combarbalá, y ha tenido un gran auge en los últimos años debido al turismo en la zona y las exportaciones. Juan Frívola, dueño de la mina La Rosita, comenta que «en la semana sacamos cerca de 1.000 kilos, y esto va dependiendo de lo que necesitamos para el taller de artesanías. Esto ha cambiado bastante en los últimos cinco años, ya que antes se sacaban 300 kilos a la semana, pero ahora con el tema del observatorio Cruz Del Sur que se construyó, el turismo aumentó y, por lo tanto, hemos tenido mucha más demanda de piedra». El creciente interés por esta piedra ha permitido el desarrollo de negocios paralelos, como los tours que realiza Frívola, donde los visitantes pueden realizar turismo minero en la mina de 50 metros de profundidad, observar el material y cómo se trabaja, a metros del observatorio, que es la estación final del recorrido.