31 de julio – Día Nacional de la Siderurgia: “Sin una buena cal, no habría acero de alta calidad”
Cada 31 de julio se celebra en Argentina el día de la industria dedicada a la producción de acero, una fecha que se conmemora desde 1948. Sin cal, no hay siderurgia. Es imposible producir acero sin cal. Y es imposible fabricar acero de buena calidad sin una cal de buena calidad.
Desde hace 75 años, en esta fecha se cumple un nuevo aniversario del fallecimiento del ingeniero militar Manuel Savio, precursor y pionero en el desarrollo de la industria pesada en nuestro país. En honor a su gran aporte, todos los 31 de julio se celebra el Día Nacional de la Siderurgia. Para esta ocasión, el Grupo Calidra conversó con dos de sus profesionales expertos en la provisión de cal a las grandes compañías que producen acero en Argentina, y en el mundo.
Juan Carlos Barbeira y Juan Pablo Otero son representantes comerciales del Grupo Calidra para la industria siderúrgica. Barbeira tiene 67 años, es argentino y comenzó a trabajar en la compañía en 1989, en tanto que Otero, 31 años, es un profesional joven que anteriormente se desempeñarse en la industria petroquímica. “No sabía que la cal tenía todo ese universo de reacciones y que está presente en tantas industrias, no sólo en la siderurgia. Me dejó maravillado”, admitió orgulloso Otero.
Pese a la diferencia de edad y experiencia en el rubro, ambos se complementan y trabajan a la par para fortalecer el abastecimiento de cal de primera calidad a la industria del acero. En esta charla, cuentan sus recorridos profesionales, los desafíos de la siderurgia en nuestro país, en qué se distingue frente a otros sectores industriales y cuál es la importancia de la cal en el proceso de fabricación del metal clave para la construcción, los automóviles y el petróleo, entre otras cosas.
¿Qué carrera estudiaron y en qué universidad? De chico o adolescente, ¿les despertaba alguna atracción o curiosidad la industria siderúrgica?
Juan Carlos: Soy técnico químico. El único contacto que había tenido de adolescente con la siderurgia fue en un viaje de estudios que hice a la vieja Somisa (Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina) en el año 1973.
Juan Pablo: Soy ingeniero químico, me gradué en la Universidad del Zulia, en la ciudad de Maracaibo, en Venezuela.
De chico tuve poco contacto con la industria siderúrgica, simplemente la educación que teníamos en mi país donde nos enseñaron las tres principales ramas de la industria que eran el petróleo, la siderurgia y luego la agricultura.
¿Se desempeñaron anteriormente en alguna empresa dedicada a la producción del acero?
Juan Carlos: No, aunque como comercial técnico ha sido la industria más relevante entre las que he atendido. Estuve dos años en la industria química, un año en la industria del cuero y, a partir de ahí, llevo 45 años en la industria de la cal. Es decir, desde 1978 me desempeño en el negocio de la cal dando servicio a una industria tan importante como la siderúrgica.
Empecé a trabajar en el Grupo Calidra en 1989, y al comienzo lo hice directamente con la industria de la siderurgia.
Juan Pablo: No, ya que mi primer contacto y trabajo con la cal y la siderurgia fue cuando ingresé al Grupo Calidra hace un año aproximadamente. Ahí conocí todo un mundo que me impresionó gratamente.
¿Cuáles son las proyecciones de la industria siderúrgica para los próximos 5 años?
Juan Pablo: En principio mantenerse como viene, más que nada en el sector de la construcción ya que es un poco incierto. Y si hablamos de la siderurgia más especializada tienen proyecciones de incrementar la producción en los próximos 5 años.
Teniendo en cuenta el contacto a diario que tienen con profesionales de la producción de acero, ¿cuáles son los principales desafíos que le transmiten para este año y el próximo?
Juan Carlos: Cuando empecé a trabajar en la industria siderúrgica éramos 3 o 4 proveedores los que la abastecíamos, porque la demanda de cal de calidad no era un tema al cual se le daba mayor importancia como ahora. Pero el avance de la tecnología en la producción de acero llevó a que la industria de la cal también se vaya tecnificando. De hecho, hoy los únicos proveedores de cal en la industria siderúrgica somos los que tenemos hornos de doble cuba, hornos Maerz. Y dentro de esas especificaciones, una de nuestras plantas en particular, no solo tiene la mejor tecnología sino también la mejor materia prima.
Así que se podría decir que el desafío principal que estamos trabajando hace tiempo es brindarle a la siderurgia un servicio completo y optimizado, esto implica una constante mejora en el aspecto logístico para hacer más eficientes los despachos, la llegada al cliente en tiempo y forma y por supuesto no solo la calidad química de la cal, sino también la calidad granulométrica, para evitar las pérdidas por finos. En otras palabras, estamos muy pendientes del cliente y la atención que les brindamos.
¿Qué es lo que destaca a la siderurgia en comparación de las otras industrias del país?
Juan Carlos: En mi opinión, lo que destaca a la industria siderúrgica a comparación de otras, es que tiene un alto desarrollo tecnológico. A modo ilustrativo, una importante compañía del sector cuenta con una universidad dentro de su planta, donde prepara a ingenieros de la firma, que vienen de todo el mundo. Incluso, tiene un colegio secundario técnico que se encuentra entre los primeros 10 del mundo. Es decir que la tecnología y la educación son dos puntos muy importantes.
¿Qué proporción del total de ventas de cal del Grupo Calidra representa la industria siderúrgica?
Juan Carlos: Para el Grupo Calidra en Argentina, la mayor parte de sus ventas van hacia la siderurgia. Estamos entre los principales proveedores de cal de primera calidad para la industria.
Si tuvieran que definir el rol de la cal en la fabricación de acero, junto a sus usos y beneficios, ¿cómo lo explicarían en un lenguaje llano sin aplicar tecnicismos?
Juan Carlos: Te lo podemos explicar muy sencillamente: sin cal, no hay siderurgia. Es imposible producir acero sin cal. Y si vamos más al detalle, es imposible fabricar acero de buena calidad sin una cal de buena calidad.
Entonces, de la mano del mejoramiento y del aumento de la calidad de los aceros va acompañado una mejora necesaria e imprescindible de la calidad de cal que se usa. Para ello, se debe invertir en tecnología y en estudios geológicos para buscar los mejores yacimientos.
Además, es importante mencionar los usos. El primer uso consiste en purificar, reaccionando con todas las impurezas indeseables para el acero. Para esto se utiliza cal cálcica. Y el segundo uso es proteger los refractarios de los hornos de acero, para lo cual se utiliza cal dolomítica.
Entonces si no tenés cal, no podes hacer un acero libre de impurezas. Porque un acero que no está libre de impurezas es un acero quebradizo o que no es maleable o tiene poros. Es decir, sin una buena cal, no habría acero de alta resistencia (calidad) para la industria automotriz, no habría tubos sin costura para la industria petrolera y tampoco aceros de calidad para la construcción.
Juan Pablo: También podríamos decir que con cal de muy buena calidad se pueden generar dos cosas: la primera, una muy buena extracción de esas impurezas en el grado que deseas. Y la segunda, es que una buena cal es altamente reactiva, es decir que acelera los procesos de producción.
¿Cuáles fueron los mayores desafíos y los logros más importantes que tuvieron dentro del Grupo Calidra al trabajar para proveer a la industria siderúrgica?
Juan Pablo: Internamente, estamos realizando importantes inversiones para agilizar y minimizar los tiempos de demora de los camiones que cargan permanentemente cal en nuestras plantas.
Otra cosa que resalto como logro fue el avance tecnológico que hemos tenido ya que hemos pasado a ser plantas prácticamente modelos, en términos de la seguridad, la limpieza y el medioambiente.
¿Qué rol juega la siderurgia para el desarrollo y crecimiento de este país?
Juan Carlos: Hasta ahora el rol que tuvo la siderurgia fue muy grande. En un futuro próximo, tal vez, su rol va a ser un poco menos central, aunque no de menor importancia, porque van a entrar mucho más en juego la industria del petróleo y del gas, la minería del litio y de acá a 5 años la minería del cobre. Y eso tiene el potencial de ser de gran impacto para el desarrollo argentino.