26/11 – Día del Químico: “La Cal es producto de una reacción química”
Laura Correa, gerente de Investigación & Desarrollo de Grupo Calidra Cono Sur, habla de su carrera como Ingeniera Química y de sus inicios en la compañía.
En Argentina, el Día del Químico se celebra todos los 26 de noviembre en conmemoración a Enrique Herrero Ducloux, el primer doctor en Química del país y uno de los grandes científicos del continente de principios de siglo.
Ducloux nació en Navarra, España, pero vivió gran parte de su vida en Argentina, donde curso los estudios primarios y secundarios. Tras ejercer varios años como docente en Santa Fe, se mudó a Buenos Aires para estudiar en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UBA.
Su tesis doctoral sobre la Pata del Monte, una planta nativa americana, fue aprobada el 26 de noviembre de 1901, fecha que hoy los químicos toman como propia. A partir de 1919, se desempeñó como decano de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de la Plata.
Más allá de su gran valor y aporte como científico y académico, Herrero es recordado por ser una de las primeras eminencias en la disciplina que valoró el aporte de las mujeres en la química, siendo tutor de algunas de las primeras doctoras en química del país.
Por eso, en este Día del Químico, resulta oportuno conocer la historia de Laura Correa, Gerente de Investigación & Desarrollo de Grupo Calidra Cono Sur (Argentina y Chile), una de las empresas más importantes de Latinoamérica en la industria de la cal, un insumo que nace de una reacción química y es clave en el proceso de producción de diferentes materiales y productos industriales a partir de diversos procesos químicos.
“El proceso de fabricación de la cal es básicamente una reacción química: es la conversión de caliza (carbonato de calcio) a cal (óxido de calcio)”, explica Correa, ingeniera química con una trayectoria forjada en base a vocación y esfuerzo.
Laura nació y se crio en San Juan, Argentina. Amante de la química desde joven, hizo el secundario en una escuela técnica de donde egresó como Técnica Química. Unos años más tarde, estudió Ingeniería Química en la Ex Universidad Nacional de Cuyo actual Universidad Nacional de San Juan.
“La química me deslumbra y por ello me apasiona”, asegura Laura, que nunca ejerció la docencia pero siempre se consideró una divulgadora de la disciplina. “Si bien en principio me atraía la idea de estudiar bioquímica, en la Universidad de Cuyo no estaba la carrera, y estudiar fuera de la provincia no era una opción en ese momento, así que me decidí por Ingeniería”, recuerda.
“No siento, sin embargo, añoranza por dicha disciplina, la carrera de Ingeniería química colmó mis expectativas. Recuerdo que, en la facultad, cada materia que estudiaba me terminaba apasionando. Estudié con gusto y con mucho sacrificio, porque me casé muy joven y fui madre mientras cursaba mi carrera. Soy mamá de seis hijos”, revela Correa.
-¿Cómo lograste graduarte en ese contexto?
-No fue una carrera sencilla. Yo estudiaba de noche: acostaba a mis hijos a las diez de la noche, y a esa hora me preparaba el mate y me sentaba a estudiar hasta las seis o siete de la mañana del otro día. Con ayuda de mi familia podía ir a cursar. Fue sacrificado pero muy satisfactorio.
Ese conocimiento y amor por la disciplina es el que convenció a Laura a ingresar a Grupo Calidra hace más de veinte años, primero como asesora para resolver un problema de contaminación bacteriana en una de las plantas. Luego, ya como parte del plantel, en el sector de gestión de calidad y mejora de procesos.
En la actualidad, lidera el sector de Investigación & Desarrollo, un área que trabaja en forma directa con los clientes resolviendo sus problemas. “Grupo Calidra no es solamente un proveedor de cal como materia prima, es un proveedor de servicios y soluciones”.
– ¿Por qué? ¿Qué otro tipo de servicios ofrece Grupo Calidra a sus clientes?
-En primer lugar, Calidra ofrece “capacitación”, frecuentemente la cal se utiliza sin un conocimiento acabado de cómo interviene en el proceso. O sea, el cliente conoce el núcleo de su negocio, pero no necesariamente cómo las materias primas que adquiere interactúan en sus procesos. Colaboramos en la optimización del uso explicando qué es la cal, cuáles son sus características, cómo funciona en su proceso, etc. La cal se utiliza en variadas industrias, desde la acería, flotación de minerales, refinación del azúcar, pinturas, construcción, suelos, etcétera. Y en cada uno de ellos, actúa en forma diferente. Entonces, la idea es despertar el interés, la expectativa del cliente, que entienda cómo sacar mejor provecho del insumo, cómo utilizarla.
-¿Qué beneficios con lleva esa ida y vuelta entre Calidra y sus clientes?
-Una vez que contamos con el interés del cliente, nos abocamos a estudiar su proceso en particular. Ese es mi rol. Y en ese estudio de cada proceso, conocer y entender cuál son sus necesidades y la mejor forma de utilizar el producto. Finalmente, planificamos y protocolizamos pruebas industriales donde se aplica lo aconsejado y se confrontan los indicadores claves, para cuantificar la mejora. Este esquema lo hemos trabajado mucho, recientemente, con productores de litio. Una industria relativamente nueva para nosotros, que utiliza la cal en suspensión. Y tenemos otros mercados a los que nos comenzamos a abocar.
– ¿Cómo cuáles?
-Como el sector de las desaladoras de agua de mar, o cales de bajo sílice soluble, el desarrollo de cales “lentas” para aplicación en la producción de paneles de cementos alveolares; o en el sector agrícola, en la acumulación de las horas de frío en ciertos frutales de carozo, que con el cambio climático se está volviendo un problema, etc.
-¿El área de Desarrollo e investigación interviene directamente en la producción propia de los distintos tipos de cal?
-No actualmente, ese es un proceso ya maduro en Grupo Calidra. Sí intervenimos en la fabricación cuando se trata de productos nuevos. Por ejemplo, en este momento, en Argentina estamos desarrollando una cal hidratada con más de 95% de pureza que se utiliza en industrias específicas como la alimenticia. Ahí sí formamos parte del equipo para ver cómo mejorar el proceso, la clasificación, la materia prima que se utiliza etc.
-¿Por qué se suele decir que “la cal está en todos lados”?
-Porque es verdad, la cal está presente directa o indirectamente en casi todos los procesos productivos. Por su capacidad de aportar calcio, regular PH, capturar impurezas, ya sea en gases industriales, minerales arseniosos o escorias fundidas, o bien como fundente. Puedo asegurarte que son contados los objetos que puedas encontrar a tu alrededor en los que no haya intervenido la cal en algún punto de su producción.
-¿Qué significa la química en tu vida?
– Como ya lo dije, me deslumbra. Empiezo a hablar de química y me pasa que no puedo parar porque me apasiona la disciplina. Me gusta compartir el conocimiento. No sé si llamarlo docencia. Pero me gusta compartir lo que voy descubriendo, lo que voy conociendo. Me sorprende y apasiona.
-¿Alguna vez te planteaste ser docente?
– Lo he sido informalmente casi toda mi vida. Primero fui docente de mis hijos, después de mis vecinos, de mis sobrinos, de cuanta persona necesitaba que lo ayudaran con química, que siempre era el dolor de cabeza. Hago docencia con los clientes y a veces con mis propios compañeros, sobre todo con los chicos nuevos, a los que de verdad quisiera irles legando todo lo que ha llevado años entender o descubrir. No he ejercido la docencia en forma profesional, pero lo hago y lo he hecho siempre.