Se habilita espectro exclusivo a redes privadas 5G para minería e industrias clave
El Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) permitirá que distintos sectores productivos tales como la minería, la energía, la agroindustria, entre otros, accedan a redes privadas 4G y 5G. Esto permitirá operar en entornos extremos con conectividad robusta e implica mayor autonomía y seguridad operativa.
Sobre este tema, entrevistamos a Alejandro Álvarez, Director de Negocios Estratégicos de Kyndryl, para conocer más detalles y sus implicaciones para la industria minera.
- ¿Qué cambios genera la medida del ENACOM en las comunicaciones? ¿Cómo era antes el sistema y cómo sería ahora?
La medida del ENACOM representa un cambio relevante en la política de conectividad industrial del país, al habilitar un marco más flexible y moderno para el despliegue de redes celulares privadas (LTE/5G) en entornos productivos. Antes, las industrias que deseaban contar con una conectividad privada con alta capacidad dependían de operadores públicos o privados para acceder a servicios de telecomunicaciones, lo que limitaba la cobertura en zonas remotas y la posibilidad de personalizar soluciones tecnológicas, dado que el espectro estaba mayormente reservado para uso comercial público por lo que las bandas útiles estaban asignadas a las operadoras de telecomunicaciones, con regulaciones orientadas al servicio público.
Con la creación del Sistema Privado Inalámbrico de Banda Ancha (SPIBA), se habilita el uso de espectro radioeléctrico para que empresas estratégicas —como las del sector minero— puedan desplegar sus propias redes privadas 4G y 5G en un entorno regulado para su uso privado. Esto implica mayor autonomía, seguridad operativa y eficiencia en la gestión de datos críticos. El Kyndryl Readiness Report 2025 destaca que casi el 70% de los líderes empresariales no se sienten preparados para enfrentar, desde ataques cibernéticos hasta cambios regulatorios y fluctuaciones del mercado. Este dato refuerza la urgencia de avanzar hacia modelos tecnológicos más autónomos y resilientes, capaces de acompañar de manera efectiva la transformación digital de las organizaciones.
- ¿A partir de cuándo entra en vigencia?
La resolución que habilita el SPIBA fue publicada el 25 de agosto de 2025 y entrará en vigencia 60 días después, es decir, el 25 de noviembre de 2025. Desde ese momento, las industrias podrán iniciar el proceso de solicitud y despliegue de sus redes privadas, bajo las modalidades “Interior” y “General”, según el tipo de operación.
- ¿Qué avances implica esto para el país? ¿Y para industrias como la minería?
Este avance posiciona a Argentina en una senda de transformación digital profunda. La posibilidad de contar con redes privadas de alta velocidad y baja latencia permite a sectores como la minería operar en entornos extremos con conectividad robusta. Esto se traduce en mayor productividad, reducción de costos, mejora en la seguridad operativa y capacidad de innovación. Además, fortalece la competitividad del país al facilitar la adopción de tecnologías como IoT, inteligencia artificial y automatización industrial.
En el contexto de transición energética, la digitalización se vuelve un habilitador clave para que la minería argentina pueda responder a la creciente demanda global de minerales críticos como el litio, el cobre y la plata. La incorporación de tecnologías como gemelos digitales, mantenimiento predictivo, monitoreo remoto y vehículos autónomos está transformando la forma en que se gestionan los procesos mineros, permitiendo una operación más eficiente, segura y sustentable.
Este tipo de transformación exige modelos tecnológicos más autónomos, resilientes y adaptables, capaces de anticiparse a riesgos operativos, ambientales y regulatorios, y de evolucionar junto con las demandas del entorno. Según el Kyndryl Readiness Report, en un escenario donde el 87% de las organizaciones invierte más de $2 millones anuales en tecnología, y donde el 30% del presupuesto total se destina a modernización, la mayoría de los líderes reconoce que sus estrategias actuales no están alineadas con los desafíos contemporáneos en materia de seguridad, cumplimiento y agilidad operativa. Esta brecha refuerza la urgencia de avanzar hacia soluciones más robustas, flexibles y preparadas para sostener la transformación digital de manera efectiva y sostenible.
- ¿Qué usos de nuevas tecnologías serán posibles en entornos como el de la minería a partir de estas mejoras?
Definitivamente la habilitación de redes privadas /LTE/5G) abre la puerta a una minería más inteligente, segura y sustentable, mejorando la conectividad en zonas productivas aisladas o en espacios con necesidades específicas. La automatización de procesos críticos es vital para aumentar la eficiencia operativa y la productividad de la mina, al tiempo que mejora la seguridad, confiabilidad y seguridad de los trabajadores. Los avances en tecnologías como IoT, IA y AR/VR permitirán a las empresas mineras optimizar la toma de decisiones y automatizar procesos con información en tiempo real apoyada a su vez en soluciones de inteligencia artificial que permitan continuar mejorando la operación y avanzar hacia una Industria 4.0.
Entre los usos más destacados están:
- Monitoreo y Seguridad de los empleados distribuidos en las zonas productivas, con el fin de reducir accidentes evitables, fatiga y brindarles soporte remoto.
- Operación de vehículos autónomos en zonas de alta complejidad geográfica.
- Monitoreo en tiempo real de maquinaria, procesos y condiciones ambientales mediante sensores IoT.
- Activación remota de sistemas críticos de seguridad, como frenos, válvulas o alarmas.
- Analítica predictiva para mantenimiento automatizado, reduciendo tiempos muertos y optimizando recursos.
- Uso de drones para exploración geológica, inspección de infraestructura y supervisión de riesgos geotécnicos.
Además, la digitalización permite integrar tecnologías como gemelos digitales, que replican virtualmente los procesos mineros para simular escenarios, anticipar fallas y tomar decisiones
más informadas. También se potencia el uso de inteligencia artificial para optimizar la planificación de extracción, el consumo energético y la gestión ambiental.
Estos avances no solo mejoran la eficiencia operativa, sino que también contribuyen a una minería más responsable, alineada con los desafíos de la transición energética y la demanda global de minerales críticos. La conectividad robusta es el habilitador clave para que estas tecnologías funcionen de manera integrada, segura y escalable.
Medidas como la ENACOM fortalecen el tejido productivo nacional al impulsar innovación regulada, colaboración multisectorial y una visión de largo plazo donde la tecnología se convierte en motor de competitividad y sostenibilidad.

